La solución es muy sencilla, golpear la cerradura hasta que ceda, aunque a veces esto puede llevar un buen rato, y terminar con la paciencia de cualquiera. Para los más impacientes, lo mejor es conseguir una buena maza (doble-clic izquierdo sobre un arma mace y un clic izquierdo sobre la puerta o el cofre atorado) y tras unos cuantos golpes secos, no hay cerradura que se resista.

Cofre atascado.

Puerta atascada.
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